El déficit de atención, también conocido como TDAH , no es más que un trastorno evolutivo del autocontrol y provoca dificultades para prestar atención, concentrarse, controlar los impulsos y dificultades para realizar las actividades principales.
El déficit de atención puede salir a la luz de diferentes formas, además de poder presentarse a cualquier edad: el elemento común a toda forma de déficit es el déficit de atención que, en cualquier caso, sigue siendo una definición bastante vaga dado que existen. diferentes formas de prestar atención y tantas en las que determinan una alteración de comportamiento.
Este tipo de trastorno está ligado a la incapacidad del sujeto, entre los más afectados se encuentran principalmente los niños pero también podrían ser los adultos, en el control de su comportamiento en relación, por ejemplo, con los tiempos de espera, las reglas no escritas que deben adoptarse en determinadas contextos sociales y en relación con los objetivos que se propone el sujeto.
Déficit de atención, cuando correr para cubrirse
Ante este tipo de trastornos conviene tratar de no confundir la vivacidad del niño, o la distracción del sujeto, con problemas que, de acentuarse y repetirse, podrían ser mucho más graves de lo que se piensa.
Aquí están, enumerados a continuación.
Una persona afectada por déficit de atención tenderá a ser excesivamente habladora , presentará impaciencia en la espera de su turno en general y dificultad para permanecer quieto … incluso cuando las convenciones sociales sugieran que es mejor mantener una actitud más tranquila. Además, un sujeto con déficit de atención es impulsivo : por ejemplo, comienza a dar respuestas precipitadas a su interlocutor sin, primero, dejar que termine de hacer la pregunta. Podría ser una persona agresiva, incapaz de escuchar un discurso.ya que siempre acaba interrumpiéndolo. Los afectados por Déficit de Atención evita que se le asignen tareas que impliquen un compromiso excesivo, tiende a perder objetos importantes para el desempeño de su negocio, además es llevado a no seguir las directivas y / o no terminar sus actividades de rutinas, ya sean escolares o laborales . Finalmente, la persona que presenta este tipo de trastorno tiende a cometer errores distractores que llevan al compromiso de su actividad laboral y / o escolar.
¿Cómo se diagnostica y cuáles son los tratamientos adecuados?
Es natural que no sea suficiente simplemente observar al sujeto que, posiblemente, podría verse afectado por este tipo de trastorno: si sospecha la presencia de un déficit de atención, es recomendable contactar con un psicólogo. Será este último, posiblemente junto con un neuropsiquiatra, quien evalúe la situación y tome las medidas necesarias.
Estas diferentes figuras especializadas trabajarán en conjunto, con el fin de activar el proceso diagnóstico, iniciando una recogida de información útil a través de entrevistas y la administración de cuestionarios a padres, profesores y al propio paciente. También pueden decidir conversar con los padres y el paciente al mismo tiempo, realizando una serie de pruebas destinadas a determinar las fortalezas y debilidades del paciente.
Una vez comprobada la presencia de un trastorno de la atención, las vías a seguir pueden ser de diferentes tipos: formación para padres, formación cognitiva, psicoterapia y farmacoterapia. El primero se basa en un trabajo encaminado a cambiar el comportamiento de los padres, el segundo método está dirigido, en cambio, a la recuperación de las capacidades cognitivas mediante la planificación de un tratamiento específico. La psicoterapia y la farmacoterapia se utilizan cuando la situación es grave y, sobre todo, cuando las demás intervenciones no han tenido un efecto significativo.
Cabe recordar que dentro de la escuela el alumno diagnosticado con Déficit de Atención puede aprovechar, en relación al caso, el reglamento de Necesidades Educativas Especiales de 2012 para que cada alumno pueda ser seguido de manera adecuada. El alumno también puede acogerse a la Ley 104 de 1992 o la ley marco de asistencia, integración social y derechos de las personas con discapacidad, que tiene como objetivo garantizar el respeto a la dignidad humana desde todos los puntos de vista.
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